La Paradoja de Teseo

El impacto del Covid-19 en la educación. Algunos expertos en educación se debaten en estos días entre la posibilidad de permitir que los niños y jóvenes se mantengan en el aislamiento o puedan salir a convivir con sus pares. Para quienes hemos dedicado buena parte de nuestras vidas a la educación, lo que estamos presenciando en tiempos de Coronavirus es verdaderamente preocupante. Nos debatimos entre permitir que los niños y jóvenes puedan ser niños y jóvenes, lo que significa salir, independizarse de sus padres, interactuar con sus pares y formarse para poder convertirse en adultos con capacidades emocionales y académicas, o aislarlos para evitar el contagio inmediato e impedir que trasmitan el virus que trastornó la vida de todos, sin distingo de género, edad, nacionalidad, o nivel socioeconómico. Ahora, más que nunca, el país debe invertir en educación. Hoy el sistema educativo debe acompañar a los profesores y debe asistir a los padres de familia de manera virtual con sesiones diseñadas para ellos, para ayudarlos a sobrellevar esta circunstancia. Se debe contextualizar el proceso educativo de tal forma que se utilicen los recursos y el espacio que se tienen en casa. Aprenderá más de matemáticas un niño siguiendo una receta, que copiando ecuaciones en un cuaderno o accediendo a algún recurso virtual que sin contexto suele ser aburrido e incomprensible. Hay que asegurar que los recursos estén disponibles para todos los colombianos. La educación por radio y televisión debería ser la herramienta principal, mientras se logra dotar y conectar a todo el país. Hoy es cuando necesitamos un sector educativo que se arriesgue a proponer “impensables” como lo hicieron algunas universidades que entendieron que lo que importa es aprender a vivir esta nueva realidad. Por esta razón, decidieron eliminar la evaluación cuantitativa enseñando a los estudiantes lo lindo que es aprender por aprender, no por la calificación. En el mismo sentido, se debería considerar la posibilidad de que ningún estudiante pierda este año escolar, y así eliminar una de las principales razones por la cuales los niños desertan. Este es un momento extraordinario, y cuando todo cambia, la educación está obligada a reinventarse.

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